Jesús

 

Es uno de los habituales en el punto de reunión cada domingo. De hecho, el año pasado completó todas las salidas y este año va por el mismo camino. Símbolo de la perseverancia,  del sacrificio y del  buen humor en la grupeta,  se ha convertido en el fotógrafo oficial de la peña en los últimos años, además de cronista oficial de las salidas. 

 

Jesús se inició en el ciclismo cuando corría el año 1973, cuando apenas contaba con 13 años. Ahora, con 52 a sus espaldas, rememora como sus mejores momentos cuando tenía veintitantos, aunque para nada ha dejado de lado su lado competitivo y lo saca a relucir siempre que puede, especialmente en los piques que se producen en el llano, ya sea buscando los puntos de metas volantes o de sectores.

 

 Este admirador de Eddy Merckx no tuvo más remedio que hacer una pausa de cuatro años en su pasión cuando el trabajo no le dejaba tiempo para salir los domingos y entrenar. Por suerte, el tiempo puso cada cosa en su sitio y desde hace unos años cada sábado por la noche prepara meticulosamente todo lo necesario para no fallar a la cita dominical.

Le encantan las tácticas de equipo y picar a todo el mundo,  siempre de manera sana y bien entendida. Recuerda una anécdota de cuando era jovenzuelo: “el susto de que nos dio Juan Latorre;  éramos unos crios,  subiendo el Suro se adelantó y se escondió en una curva; cuando pasamos por allí los cuatro o cinco subiendo como podíamos, el sujeto saltó de golpe a nuestra altura con una rama de arbol en la mano y chillando…. El susto fue monumental, alguno puso pie a tierra con al corazón que se le salí del pecho... otro hizo un sprint que no la ha repetido  nunca más y el resto tronchándonos de risa”.

 

  Resumiendo, uno de los estandartes de la peña sin el que no se podrían entender muchas de las historias de este club.